Los campañeros de resistencia Saharaui Campamentos de Refugiados, visitaron a Mohamed Hallab en su huelga de hambre que lleva 07 días y aseguran que se encuentra en situación muy delicada de salud.
Condenamos la actuación de la ACNUR y exigimos el derecho de formar parte del programa de Medidas de Confianza auspiciado por ACNUR a Mohammed Hallab y a cualquier saharaui que lo pida.
Ciber-acción:
Solamente envía a esta lista de correos la siguiente información escrita por Mohammed Hallab. Que la ACNUR se entere que los saharauis no están solos.
Para: spama@unhcr.org; gfrbe@unhcr.org; ausvi@unhcr.org; hqls@unhcr.org; itaro@unhcr.org; canot@unhcr.org; mexme@unhcr.org;
Asunto: RESPONSABILIZO A LA ACNUR POR LOS DAÑOS OCASIONADOS A LA SALUD DE MOHAMMED HALLAB.
Correo:
El abajo firmante, Mohamed Hasanna Mohamed Yahdih (Hallab), entrego la presente comunicación al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con sede en los Campamentos de Refugiados Saharauis (Suroeste de Argelia), para informarles de mi decisión de emprender una huelga de hambre indefinida a partir del próximo lunes día 7 de marzo de 2011 en protesta por la actitud demostrada al negarme a ejercer mi derecho a visitar a mi familia en el Aaiún ocupado (Sáhara Occidental) el pasado viernes 25 de febrero de 2011, en el marco del Programa de Medidas de Confianza auspiciado por ACNUR.
La decisión de emprender esta huelga de hambre viene dada por la arbitrariedad en la decisión de excluirme de dicho programa, máxime cuando la Comisión no me informó de la cancelación de mi viaje hasta pocas horas antes del despegue del avión que llevó a los beneficiarios de la visita el día 24 de marzo de 2011.
Con anterioridad realicé, a través de ACNUR todos y cada uno de los trámites requeridos para beneficiarme del programa de visitas, firmé cuanto documentos me requirieron, realicé el trámite del equipaje y me tomaron una fotografía, tal y como se realizó con el resto de los beneficiarios del programa.
Además, en el lado opuesto del Muro, en el Aaiún ocupado, mi familia había preparado un recibimiento con una expectación emocional que ahora se ha visto rota en mil pedazos y con un desembolso que desestabiliza la precaria situación económica de mi familia, de siete miembros, mantenida únicamente por mi padre, cuyo salario no alcanza los 100 Dólares al mes. Este desembolso se realizaba en aras de recibir a un hijo que lleva separado de ellos demasiados años ya a pesar de su juventud y con una esperanza de reencuentro que se ha visto truncada.
Quisiera también advertir a ACNUR que la justificación que me ha presentado, basada en las alegaciones que ha dado el Gobierno de Marruecos, no tienen nada que ver con mi caso, mi única intención es viajar beneficiándome del derecho de encontrarme con mi familia, a la que no veo desde hace años, y dicho viaje se realiza al Sáhara Occidental (ocupado por Marruecos), no a territorio marroquí, como ha quedado patente en multitud de resoluciones de las Naciones unidas, máxime cuando no es reconocida, ni local ni internacionalmente ni por supuesto, por mí, la soberanía marroquí en el territorio del Sáhara Occidental.
El programa de visitas es un proyecto auspiciado, organizado y realizado por ACNUR, y es ésta quien tiene que establecer las bases sobre las que se asiente el mismo aunque, por lo demostrado en mi caso, es la sesgada visión que el Gobierno de ocupación marroquí tiene del pueblo saharaui la que marca las pautas y establece las condiciones a Naciones Unidas.
Por otro lado, no es entendible razonamiento alguno para denegar mi caso cuando, incluso los combatientes del Ejército de Liberación Popular Saharaui, que se alzó en armas hasta el alto el fuego de septiembre de 1991, pudieron beneficiarse del derecho a viajar a los territorios ocupados a reencontrarse con sus familias.
Por todo ello, quiero informar a ACNUR de mi indiscutible determinación de emprender una huelga de hambre indefinida hasta que me permitan ejercer mi derecho de visita a mi familia en los territorios ocupados, y no tengo intención de retroceder aunque pague un alto precio. Hago responsable a ACNUR de las repercusiones físicas de mi huelga de hambre y de las repercusiones, tanto físicas como emocionales, de mi familia, especialmente mi madre, la cual ya se encuentra en un estado de máxima debilidad emocional debido a mi separación, agravada con la desilusión de esperado y denegado encuentro, y física, debido a varias enfermedades.
Por último, decir que mi condición de refugiado obliga a ACNUR a velar por mi seguridad, tanto física como de aplicación de legalidad en el ejercicio de mis derechos, con lo que será el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados el responsable final de las consecuencias de mi huelga de hambre.
Rabouni, Campamentos de Refugiados Saharauis.
Fdo. MOHAMED HASANNA MOHAMED YAHDIH (HALLAB)
No hay comentarios:
Publicar un comentario