Según ha declarado Nguia El Hauasi a los defensores de derechos humanos saharauis, ella junto a su compañera Hayat Erguibi fueron sorprendidas y secuestradas sobre las 17 horas del martes por una patrulla de policías marroquíes vestidos de paisano en la calle de Smara cuando éstas salían de domicilio de Hayat. Los agentes le obligaron a la fuerza a subir en el coche donde fueron esposadas y los ojos vendados en un ambiente de miedo e intimidación para ser trasladadas a un lugar desierto y fuera de la ciudad donde les bajaron y les obligaron sentarse en el suelo.
Las dos activistas de derechos humanos permanecieron esperando hasta que oyeron a los policías marroquíes hablar con su superior, un tal El Hach, que venía al lugar para someterles a un duro interrogatorio sobre su visita a los campamentos de refugiados saharauis. El interrogatorio duró más de dos horas y el oficial marroquí le interrogó sobre los campamentos saharauis, las instituciones saharauis y sobre los dirigentes del Polisario y si les habían recibido. También fueron interrogadas sobre el recibimiento que les hicieron los ciudadanos saharauis a su regreso, quién “les financia” y los nombres de los participantes. Por otra parte el agente les interrogó sobre revistas y periódicos que les fueron confiscados en el registro del aeropuerto marroquí de Rabat.
Las dos activistas de derechos humanos fueron puestas en libertad el mismo día después de siete horas y medio bajo una fuerte presión psicológica debido a las amenazas y malos tratos tras el largo tiempo que permanecieron secuestradas, esposadas y con los ojos vendados en pleno descampado.
El Aaiun, Sahara ocupado 21 de julio
Las dos activistas de derechos humanos permanecieron esperando hasta que oyeron a los policías marroquíes hablar con su superior, un tal El Hach, que venía al lugar para someterles a un duro interrogatorio sobre su visita a los campamentos de refugiados saharauis. El interrogatorio duró más de dos horas y el oficial marroquí le interrogó sobre los campamentos saharauis, las instituciones saharauis y sobre los dirigentes del Polisario y si les habían recibido. También fueron interrogadas sobre el recibimiento que les hicieron los ciudadanos saharauis a su regreso, quién “les financia” y los nombres de los participantes. Por otra parte el agente les interrogó sobre revistas y periódicos que les fueron confiscados en el registro del aeropuerto marroquí de Rabat.
Las dos activistas de derechos humanos fueron puestas en libertad el mismo día después de siete horas y medio bajo una fuerte presión psicológica debido a las amenazas y malos tratos tras el largo tiempo que permanecieron secuestradas, esposadas y con los ojos vendados en pleno descampado.
El Aaiun, Sahara ocupado 21 de julio
Fuente UPES (Traduccíón no oficial: Poemario por un Sahara Libre)
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