martes, 1 de febrero de 2011

La Cárcel Negra de El Aaiún, un prueba palpable de la represión Marroquí en el Sahara Occidental


La Prisión Civil de El Aaiún fue construida por las autoridades españolas como prisión penal durante el colonialismo. Los saharauis la llaman la Cárcel Negra, nombre que se ha ganado con los años por el trato que allí se recibe. En los primeros tiempos de ocupación marroquí, se encerraba en una sección aislada especial de la misma, a cualquier sospechoso de desarrollar actividades de oposición  al invasor, donde se llevaban a cabo interrogatorios brutales, algunos de los cuales acababan con el fallecimiento del recluso. Posteriormente, en el 78, se crearon los centros secretos de detención, donde se enviaba a los presos políticos. Sin embargo, se produjeron filtraciones a la prensa acerca de la existencia de estos lugares de secuestro y tortura y se inició una campaña de presión al régimen marroquí, por parte de las organizaciones de defensa de derechos humanos, que provocó el cierre temporal de muchos de los centros y la puesta en libertad de la mayoría de los reclusos.

 La nueva estrategia que comenzó a aplicarse contra los activistas saharauis y que se ha mantenido hasta el día de hoy, consiste en enjuiciar a los opositores políticos a través de falsas acusaciones de delitos comunes. Previo interrogatorio y tortura, se lleva al acusado ante el Tribunal acompañado de un expediente falso, elaborado por la policía. Los detenidos políticos saharauis son condenados por delitos castigados por el Código Penal marroquí, para despistar a las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos. Según Human Rights Watch sistemáticamente “los activistas no violentos  son sometidos a juicios injustos y son encarcelados”. El Gobierno marroquí niega la existencia de presos políticos saharauis siendo éstos definidos como criminales comunes.

Pero estos llamados criminales comunes, reciben un trato más “atento” del personal de la cárcel que otros condenados. Aunque no hay nadie que se libre del maltrato, es hacia los activistas saharauis donde se dirige casi toda la cruel represión. “Introducir botellas en el ano; arrancarles las uñas; colgar al detenido de una barra de hierro, con las manos atadas detrás de las rodillas; aplicación de corriente eléctrica en los genitales; inmersión de la cabeza hasta la asfixia en una piscina llena de agua, ácido y excrementos, orina o químicos como lejía; ingestión de excrementos a la fuerza; golpear la cabeza de la víctima violentamente contra la pared; violaciones y maltrato sexual…”, la querella por el genocidio saharaui que investiga el juez Baltasar Garzón detalla las atrocidades cometidas en centros de represión marroquíes como la Cárcel Negra de El Aaiún.

La situación de los detenidos políticos saharauis en la prisión negra de El Aaiún, Sahara Occidental, como en la prisión local de Salé, Marruecos, y demás cárceles de Marruecos donde se encuentran, es una situación catastrófica e inquietante, y que necesita una reacción internacional urgente.

La inmensa mayoría de los saharauis detenidos declararon su vulnerabilidad a las diversas formas de tortura, la violación y los tratamientos degradantes y la ofensa a la dignidad del hombre, por parte de la policía, durante sus detenciones provisionales en los centros de interrogación en El Aaiún de una parte; y por la política racista y sistemática de la administración general del departamento de las prisiones y de la reinserción marroquí por otra parte; según el testimonio de algunos de los abogados defensores.

Los saharauis detenidos en el desmantelamiento de Gdeim Izik se encuentran totalmente aislados, no pueden mantener ningún tipo de relación con el resto de los presos y las visitas con sus familiares son severamente controladas. Las violaciones de derechos humanos son diarias y no cesan. Hay presos menores de edad, las celdas se encuentran en condiciones de ínfima higiene, enfermedades tratables se extienden ante la pasividad de los funcionarios del centro y los que padecen afecciones crónicas no disponen de ningún medio para medicarse, los presos no tienen acceso al servicio para hacer sus necesidades fisiológicas, no disponen de agua, ni prácticamente comida, las drogas son introducidas con la complicidad de los carceleros siendo muy dañinas gracias a la desesperación que domina en ese infierno, el cohecho es la única forma de negociación con los guardias, los criminales corrientes usualmente llevan a cabo abusos sexuales, todos los presos saharauis, son golpeados y torturados constantemente y sufren impedimento del sueño, los familiares que van a visitarles deben sufrir un férreo control policial en el que les registran detenidamente y comprueban sus datos, las visitas duran poco tiempo y transcurren entre gritos e insultos. …“No se aplican ni siquiera las normas establecidas por las leyes penitenciarias marroquíes”, informan desde AFADEPRESA, asociación reconocida por Amnistía Internacional, Human Rights Watch y a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Se han denunciado en numerosas ocasiones las condiciones infrahumanas en las que se sobrevive en esa gran máquina de sufrimiento y deshumanización, pero la atención internacional no ha conseguido apenas logros y las condiciones no han hecho más que empeorar o, en el mejor de los casos, mantenerse.

Desde el desmantelamiento del Campamento de la Dignidad de Gdeim Izik y la posterior violencia ejercida por las fuerzas de represión destinadas a aterrorizar a la población saharaui y a aplastar sus iniciativas pacíficas de protesta, Marruecos reconoce haber detenido a 132 saharauis. La constante persecución  que sufren los insumisos  hace aumentar día a día el número de encarcelados, por lo que la cifra actual asciende a 19 ubicados en la prisión de Salé y más de 180 en la Cárcel Negra.

Muchos de los presos, además de sufrir estas torturas y violaciones están en la cárcel sin conocer los cargos que hay contra ellos, habiendo sido obligados a firmar o poner su huella en los informes de la policía, con los ojos vendados, esposados y sin poder leer, ver o escuchar lo que decían.

Las familias de los saharauis desconocen el paradero de sus familiares, no son informadas por la policía o la gendarmería de las causas, las condiciones y circunstancias de las detenciones, ni de los cargos que se les imputan, no permitiendo visitarles hasta pasadas semanas o meses.

Además, de las condiciones inhumanas de las cárceles, como la Cárcel Negra. Los presos están amontonados unos sobre otros, o durmiendo en baños infectos con las paredes cubiertas de excrementos, los mismos que, de día, utilizan si se les permite. Para hacerse una idea del hacinamiento que impera en esta penitenciaría, sólo hay que considerar que, con una capacidad de unos 250 internos, ha llegado a albergar a 700. Los presos de la Cárcel Negra apenas tienen sitio para sentarse, cuando las normas internacionales recomiendan que cada persona encarcelada disponga de al menos nueve metros cuadrados.

Cientos de presos saharauis se amontonan en la Cárcel Negra de El Aaiún, esperando un supuesto juicio. La política de Marruecos es la más salvaje desde los años de plomo de Hassan II y los territorios ocupados del Sáhara occidental son, hoy más que nunca, un calabozo para sus legítimos pobladores. El crimen no acabó en el arrase de Gdeim Izik sino que crece día a día con cada nueva detención ilegal, con cada tortura. Al igual que, con cada favor y cada permisiva disculpa,  la insultante complicidad de los países promarroquíes se vuelve día a día más responsable de la sangrienta tragedia saharaui.

Las cárceles más conocidas, por su crueldad, son:

CÁRCEL NEGRA (dirección: Prison civile de Laayoune, El Aaiun, Sahara Occidental)

CÁRCEL DE TIZNIT (dirección: Prison de Tiznit, Tiznit, Marruecos)

CÁRCEL AIT MELOUL (dirección: Prison d’Aït Melloul, Agadir, Marruecos)

CÁRCEL DE TAROUDANT (Dirección: Prison civile de Taoudant, Taroudant, Marruecos)

CÁRCEL DE MARRAKECH (Dirección: Prison civile de Marrakech, Marrakech, Marruecos)

CÁRCEL DE KENITRA (Dirección: Prison civile de Kenitra, Kenitra, Marruecos)

CÁRCEL DE BENSLAIMAN (Dirección: Prison de Ben Slimane, Ben Slimane, Marruecos)

CÁRCEL DE SALE (Dirección: Prison de Salé, Salé, Marruecos)

CÁRCEL DE INZEGAN (Dirección: Prison civile d’Inezgane, Agadir, Marruecos)

También existen otros múltiples lugares; cuarteles militares, cuarteles de gendarmería, comisarías, centros secretos de detención donde torturan y apresan durante años a saharauis, presos políticos, incluyendo menores, sin que nadie sepa su paradero y de donde muchos no salen con vida.

Desde Thawra, denunciamos de forma contundente y rotunda la brutal violencia marroquí, el no complimiento de la Legalidad Internacional, y la violación constante y racista contra la población saharaui. La ocupación marroquí del Sahara Occidental supone una violación del Derecho Internacional y de decenas de Resoluciones de UN.

Exigimos la liberación de todos los presos políticos saharauis que se encuentran en la Prisión de Salé (19 saharauis) y en la Cárcel Negra de El Aaiún (más de 180 saharauis), siendo estos presos políticos y no delincuentes, habiendo solo cometido en delito de luchar pacíficamente por la liberación de su Pueblo, por el Derecho a elegir su futuro y por el cumplimiento de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental.

Hussein Ndur, Bachir Jadda, Nguiya Hawasi, Hayat Ergueibi, Bachir Yaya, Mustafa Labras, Brahim Ismaili, Ahmed Sbai, Cheik Banga, Sidahmed Lemjeyed, Hassana Dah, Tahlill Mohamed, Abdalahi Toubali, Mohamed Alyouby, Botanguiza Mohamed Bachir, Omar Ndur, Naama Sfari, Mustafa Rami, Salama Ameidan….

Y decenas más, hermanos y compañeros saharauis, esto va por cada uno de vosotros y vosotras, por todos los valientes saharauis que habéis pasado por estas cárceles con la cabeza alta y sin quebrar vuestra lucha pacífica, por todos los que la tortura os ha hecho más fuertes y la privación de libertad y de Derechos ha hecho reafirmar vuestros convencimientos. LIBERTAD!!!!! LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS!!!! LIBERTAD!!!!

Fuente: Thawra

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