Idagjia Lachgar, encarcelada durante 12 años, defiende en Gijón la lucha de los activistas con la mirada puesta en Egipto y Túnez
EL COMERCIO 13.02.11 - O. ESTEBAN | GIJÓN.
Entró en la cárcel, por primera vez, en 1980. Estuvo 11 años y medio. La experiencia, la mala experiencia, le valió para seguir en la misma lucha, porque en octubre de 2009 fue detenida de nuevo y encarcelada por segunda vez en su vida. En esta ocasión pudo salir a los cuatro meses, debido a graves problemas de salud. Idagjia Lachgar, de la Asociación Saharaui de Derechos Humanos, perteneciente además al denominado 'grupo de los siete', explicó ayer su experiencia en Gijón, mientras espera que un tribunal militar «sin ninguna garantía jurídica» dicte una sentencia que podría llevarle de nuevo a la cárcel. Está acusada de alta traición y atentado contra la integridad territorial, por haber viajado a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf. Sus seis compañeros permanecen en prisión.
Idagjia Lachgar es la invitada de la Asamblea General de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS), que se celebra este fin de semana en Gijón. Un centenar de personas se han dado cita, en representación de las 720 entidades que en el país trabajan en colaboración con el pueblo saharaui. Esa ha sido la 'excusa' para invitar a Lachgar a Gijón, donde denunció que «pese a que podíamos pensar que, en pleno siglo XXI, habríamos avanzado algo en derechos humanos, en Marruecos se ha retrocedido». Esta activista de 52 años lo sabe por experiencia. Habla de la situación de los presos en las cárceles marroquíes porque las ha conocido en primera persona. Por eso denuncia que allí se están produciendo «todo tipo de represiones y torturas». De hecho, no duda al afirmar que la situación de las prisiones es peor ahora que cuando ella misma fue encarcelada en 1980.
Traduce Abdu Mohamed Fadel, delegado del Frente Polisario en Asturias, la experiencia de esta mujer que, pese a todo, insiste en que «seguimos luchando con la misma fuerza para conseguir nuestros objetivos. Estoy convencida de que va a llegar el día de la independencia del Sáhara, y de que los recursos naturales del Sáhara reviertan en su población». Lo dice y lo defiende pese a «las desapariciones y los juicios arbitrarios».
Mientras, otros dictadores caen. Aunque Lachgar no se atreve a hacer demasiadas comparaciones, porque «Marruecos es único», sí admite que «algún miedo les debe dar el precedente» de Egipto. Ella, prudente, prefirió no hacer ningún comentario sobre la posición de la comunidad internacional y de España, en particular. Sí la hizo Rosa Vila, vicepresidenta de CEAS-Sáhara: «España es la que debe convencer a la comunidad internacional de que se haga el referéndum, porque es la responsable de una colonia pendiente de descolonizar».
Entró en la cárcel, por primera vez, en 1980. Estuvo 11 años y medio. La experiencia, la mala experiencia, le valió para seguir en la misma lucha, porque en octubre de 2009 fue detenida de nuevo y encarcelada por segunda vez en su vida. En esta ocasión pudo salir a los cuatro meses, debido a graves problemas de salud. Idagjia Lachgar, de la Asociación Saharaui de Derechos Humanos, perteneciente además al denominado 'grupo de los siete', explicó ayer su experiencia en Gijón, mientras espera que un tribunal militar «sin ninguna garantía jurídica» dicte una sentencia que podría llevarle de nuevo a la cárcel. Está acusada de alta traición y atentado contra la integridad territorial, por haber viajado a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf. Sus seis compañeros permanecen en prisión.
Idagjia Lachgar es la invitada de la Asamblea General de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS), que se celebra este fin de semana en Gijón. Un centenar de personas se han dado cita, en representación de las 720 entidades que en el país trabajan en colaboración con el pueblo saharaui. Esa ha sido la 'excusa' para invitar a Lachgar a Gijón, donde denunció que «pese a que podíamos pensar que, en pleno siglo XXI, habríamos avanzado algo en derechos humanos, en Marruecos se ha retrocedido». Esta activista de 52 años lo sabe por experiencia. Habla de la situación de los presos en las cárceles marroquíes porque las ha conocido en primera persona. Por eso denuncia que allí se están produciendo «todo tipo de represiones y torturas». De hecho, no duda al afirmar que la situación de las prisiones es peor ahora que cuando ella misma fue encarcelada en 1980.
Traduce Abdu Mohamed Fadel, delegado del Frente Polisario en Asturias, la experiencia de esta mujer que, pese a todo, insiste en que «seguimos luchando con la misma fuerza para conseguir nuestros objetivos. Estoy convencida de que va a llegar el día de la independencia del Sáhara, y de que los recursos naturales del Sáhara reviertan en su población». Lo dice y lo defiende pese a «las desapariciones y los juicios arbitrarios».
Mientras, otros dictadores caen. Aunque Lachgar no se atreve a hacer demasiadas comparaciones, porque «Marruecos es único», sí admite que «algún miedo les debe dar el precedente» de Egipto. Ella, prudente, prefirió no hacer ningún comentario sobre la posición de la comunidad internacional y de España, en particular. Sí la hizo Rosa Vila, vicepresidenta de CEAS-Sáhara: «España es la que debe convencer a la comunidad internacional de que se haga el referéndum, porque es la responsable de una colonia pendiente de descolonizar».
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